domingo, 23 de octubre de 2016

Don Quijote de la Mancha, Proceso de su "locura"

Para analizar el proceso de locura del personaje, voy a tener en cuenta el capítulo I , III y VIII de la obra.
Su locura inicia en el capítulo I, cuando comienza a ser un aficionado a los libros de caballería.
“Se daba a leer libros de caballerías, con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza , y aun la administración de su hacienda”, cualquier persona puede leer con tanta afición y gusto, sin volverse loco.Sin embargo el personaje de esta obra sí se vuelve “loco”, ya que deja su vida de lado por estos libros , porque la caza y la administración de su hacienda, era prácticamente toda su vida, no era más que eso. Deja de lado sus obligaciones y su entretenimiento.
El gran problema es que tenía mucho tiempo libre, por eso el personaje lee como si eso que leyera fuera real. No está leyendo ficción, está leyendo historia, su historia, la de sus antepasados.
El problema es que el hidalgo no lee solamente con curiosidad, sino que con desatino, es decir, él interpreta lo que le parece, lo que quiere, porque esas historias hablan de él o de lo que él desearía ser, aunque él aún no se ha percatado de ello.
Claramente vemos la burla a los libros de caballería en la siguiente cita “...los altos cielos que de vuestra divinidad divinamente con las estrellas os fortifican, y os hacen merecedora del merecimiento que merece la vuestra grandeza.”, el narrador critica la prosa rebuscada y recargada de los libros de caballería sugiriendo, ingeniosamente que cualquiera que los leyera e intentara entenderlos se volvería loco. Sin embargo el hidalgo considera hermosas esas narraciones por “la claridad de su prosa”.
A lo que a cualquier persona le parecería incomprensible , a él le “parecían de perlas”, hermosas, preciosas.
El tratar de comprender lo incomprensible hace que el personaje mantenga su mente ocupada, llenando ese vacío interno.
“...se desvelaba por entenderlas y desentrañarles el sentido”, el hidalgo descuida una necesidad básica, el dormir, para lograr comprender.
“con estas razones perdía el pobre caballero el juicio” el narrador nos asegura que se está volviendo loco . Él quiere ser protagonista, personaje de su vida, igualándola con una novela. Si la realidad no es como las novelas, eso no importa, porque creerá que bastará con nombrar las cosas tal como las leyó, para que la realidad se transforme en el mundo de caballería.
“él se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio” A través de esta metáfora podemos ver que el hidalgo perdió toda conexión con sus necesidades básicas, y sobre todo las del sueño. Esto resulta interesante si se piensa que en el dormir habita el sueño, y el hidalgo no necesita eso ya que sueña despierto; lo que le hace perder la noción de la realidad.
La noche, momento de los sueños, donde todo es confuso, el hidalgo está claro, y a su vez pasa de “claro en claro”, es decir leyendo toda la noche a la luz artificial de la vela. Y los días que naturalmente tienen la claridad, el hidalgo se pasa “de turbio en turbio”, porque su mente está confusa con la fantasía que se asienta en su cabeza.
Con la siguiente metáfora “se le secó el cerebro” el narrador nos quiere decir que el hidalgo perdió toda razón.
A través de la siguiente enumeración podemos ver el caos que existe dentro de la cabeza del aficionado “encantamientos como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles”.
Mediante la siguiente metáfora nos sugiere que algo comienza a funcionar dentro de él “aquella máquina de aquellas sonadas soñadas invenciones que leía”.
Podemos remarcar su locura cuando decide transformarse en caballero andante “le pareció convenible y necesario, así para el aumento de su honra como para el servicio de su república, hacerse caballero andante, y irse por todo el mundo con sus armas y caballo a buscar las aventuras…” En esta cita podemos ver que el hidalgo, decide dejar su vida, su rutina, para cumplir su sueño, o vivir la vida que él creía merecer.
Luego de haber tomado esta gran decisión, comienza su transformación, de un simple hidalgo a un caballero andante.
“lo primero que hizo fue limpiar unas armas que habían sido de sus bisabuelos, que, tomadas de orín y llenas de moho, luengos siglos había que estaban puestas y olvidadas en un rincón” aquí podemos ver su poco ingenio, contradiciendose con el título de la obra, o podríamos decir que se lo ve ingenuo al personaje, es imposible que si quiere llegar a ser un gran caballero andante, utilice armas antiguas , en desuso.
Podemos recalcar tanto su locura o su poco ingenio también en la siguiente alusión “...mas a esto suplió su industria, porque de cartones hizo un modo de media celada, que, encajada con el morrión, hacían una apariencia de celada entera.”. A nadie se le ocurriría que un casco hecho de cartón sería una buena protección.
Al saber tanto sobre caballeros, decidió buscarle un nombre a su caballo, a su Rocín, ya que “...no era razón que caballo de caballero tan famoso, y tan bueno él por sí, estuviese sin nombre conocido…”
Se acentúa de gran manera su locura en la siguiente frase “Cuatro días se le pasaron en imaginar qué nombre le pondría” El nombre es muy importante, tiene el efecto del bautismo. Se refiere a la revelación del ser, tiene el valor fundador del mundo que él está creando, y enriquecer. Se da el alejamiento de la realidad. Rocín – Ante alude a lo que fue rocín antes de ser del caballero
“formó, borró y quitó, añadió, deshizo y tornó…” Por medio de esta enumeración de acciones, notamos la importancia que realmente él le daba a encontrar un nombre grandioso a su caballo.
Luego de ya tener decidido el nombre de su querido caballo, se puso en marcha para ponerse un nombre a él mismo “duró otros ocho días, y al cabo se vino a llamar don Quijote” .
Pero ya que era un aficionado a la lectura, tenía en claro que “ el valeroso Amadís no sólo se había contentado con llamarse Amadís a secas, sino que añadió el nombre de su reino y patria… y se llamó Amadís de Gaula” Por esa razón decidió llamarse Don Quijote de la Mancha, haciendo referencia a su patria.
Al tener todo pronto para ser un verdadero caballero, a través de una metáfora el narrador nos da a conocer el faltante del Quijote para convertirse en un verdadero caballero “una dama de quien enamorarse, porque el caballero andante sin amores era árbol sin hojas y sin fruto y cuerpo sin alma.” Sin esa dama, el no iba a ser un verdadero caballero, ya que era a quien le dedicaban sus batallas ganadas, sus victorias.Y a esta la llamó Dulcinea del Toboso.
A medida que avanzan los capítulos, también avanza la “locura” de Don Quijote.
En la siguiente cita se destaca su locura “llamó al ventero y, encerrándose con él en la caballeriza , se hincó de rodillas ante él, diciéndole :- No me levantaré jamás de donde estoy,valeroso caballero, fasta que la vuestra cortesía me otorgue un don que pedirle quiero, el cual redundará en alabanza vuestra y en pro del género humano” confunde a un simple ventero, con alguien poderoso que fuera capaz de darle el título que él tanto deseaba, el de caballero.
Vemos la terquedad del personaje en esta cita “...porfiaba con él que se levantase, y jamás quiso,hasta que le dijo que él le otorgaba el don que le pedía”
Su imaginación vuela ya que a un simple ventero lo ve como alguien poderoso como ya dije anteriormente “No esperaba yo menos de la gran magnificencia vuestra, señor mío”.
Confunde, cree, o quiere creer que las ventas ,son un castillo “...esta noche en la capilla de este vuestro castillo…”
Confirmamos que la idea de convertirse caballero andante la tomó de esos libro que leía con tanta afición en la siguiente cita “...no traía blanca, porque él nunca había leído en las historias…”, él cumplia al pie de la letra las historias que había leído tan detalladamente cuando fue Alonso Quijano.
Pero no fue astuto, no tuvo en cuenta como le dijo el Ventero que los autores no escriben cosas que son obvias “...por haberles parecido a los autores de ellas que no era menester escribir una cosa tan clara…”
“...arrimado a su lanza, ponía los ojos en las armas…” le daba mucho valor e importancia a su armamento.
Y esto lo vemos nuevamente en la siguiente cita “¡Oh tú, quienquiera que seas atrevido caballero,que llegas a tocar las armas del más valeroso andante que jamás se ciñó espada!” defiende su armamento como si estos fueran parte de él.
“Acorredme, señora mía,en esta primera afrenta que a este vuestro avasallado pecho se le ofrece: no me desfallezca en este primero trance vuestro favor y amparo” Hace alusión, le habla a Dulcinea, siendo que la misma es producto de su imaginación, no existe realmente, o el no la conoce todavía.
En el capitulo VIII presenciamos la locura de el Quijote ya al inicio, cuando confunde a los molinos de viento, con gigantes “ ...desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas…”
A través de una hipérbole describe a los “gigantes” que él dice ver “ ...los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas…”
El gran caballero no duda de lo que ve, el ve lo que quiere ver, y también notamos que es terco, él siempre tiene la razón “ ...son gigantes; y si tienes miedo, quítate de ahí…”
Todo lo que acontece él le encontraba una respuesta desde su “locura”, o mejor dicho en mi opinión desde su imaginación “...aunque mováis más brazos que los del gigante Briareo, me lo habéis de pagar.”
Nuevamente encuentra una forma de “justificar” su locura, luego de ser destruído por los molinos “ha vuelto estos gigantes en molinos por quitarme la gloria…”
Al haber perdido la lanza en esta “batalla” el caballero recuerda algo que ha leído “ ...un caballero español...habiéndose en una batalla roto la espada, desgajó de una encina un pesado ramo o tronco…” , entonces su “ingenio” le dio la idea de “ de la primer encina o roble que se me depare pienso desgajar otro tronco…” siguiendo al pie de la letra lo escrito en los libros que él tanto adoraba.
A través de una hipérbole, recuerda algo más de lo leído en sus libros “...no es dado a los caballeros andantes quejarse de herida alguna, aunque se le salgan las tripas por ella…”
Pasó toda una noche despierto y pensando en su amada Dulcinea, aunque todavía no la conoce, ya que “...cuando los caballeros pasaban sin dormir muchas noches en las florestas y despoblados, entretenidos con las memorias de sus señoras…”
En el episodio de la “carroza” se ve muy claramente la locura del personaje otra vez,  ya que confunde “ ...dos frailes de la orden de San Benito...un coche, con cuatro o cinco de a caballo que le acompañaban y dos mozos de mulas a pie...venía en el coche una señora vizcaína…”, y de todo eso el imagina lo siguiente “... algunos encantadores que llevan hurtada alguna princesa en aquel coche”.Su imaginación vuela al igual que la de un niño, de cosas tan simples, el se imagina historias extraordinarias.
Así, como de esta manera su proceso de locura fue avanzando, evolucionando y siendo distinto en cada acción  del personaje. Aunque realmente en mi opinión el personaje no está loco, sino que todo lo contrario, él es libre, el ve lo que quiere ver, el imagina algo distinto en lo que no le convence de su vida y lo lleva a su propia “realidad”.



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